Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2008

Al otro lado espera

Imagen
Estaba tirada en el suelo, en el aparcamiento de un centro comercial a las afueras de Beaumont-du-Périgord. Ricorée Beurre 1 l. de lait Fromage Café 1 paquet Huile... Apenas una pequeña lista de productos que alguien esperaba llevar a casa aquél día y que, seguramente, había sido tirada al suelo una vez que los había comprado. Saqué mi teléfono y le hice una fotografía. Hasta en el suelo de asfalto de un lugar tan remoto como éste -pense-, damos con el eco silencioso de nuestros deseos, ninguno de ellos tan pequeño como para no poner siquiera un corazón dibujado en su extremo. Eso es quizá lo que me gustaría tener presente en mis pensamientos, ahora que estamos ante una nueva puerta a punto de abrirse.

MemoriaMix

Imagen
Mi amigo Guillermo revisa con satisfacción los tacos de bacalao que acaba de comprar. Revuelve curioso la mano por dentro de la bolsa. Acabo de dejarle en la estación, he dado la vuelta, y al pasar frente a él ni me ha visto. Seguramente esté imaginándose ya removiendolos suavemente en la cazuela. Una señora explica nosequé a su nieto que señala a través de un escaparate. No tengo tiempo de ver de que es la tienda. Le pone la capucha al pequeño. Empieza a gotear sobre la luna de mi coche. Algo más adelante, una pareja cruza el puente protegida bajo un paraguas. Un hombre mayor se cruza con ellos, y el viento casi le lleva la boina. Eso es: mano sobre ella, e inclina un poco la cabeza hasta pasar el río. Un grupo de estudiantes. Una chica sola. Más gente con la mirada en los escaparates. Un hombre leyendo el periódico mientras espera al autobús, y una muchedumbre que pasa de un lado a otro. Andamios. Semáforo en rojo. Dos empleados del servicio municipal de limpieza charlan an

Bron

Imagen
Hace unas semanas me dispuse a poner algo de orden entre las anotaciones que tenía guardadas sobre las últimas etapas de nuestro Camino de Santiago. La intención, muy buena ella, era la de acabar de una vez por todas con el relato que he ido escribiendo acerca de las cosas que ví, escuché y experimenté durante aquellas jornadas. Desgraciadamente, uno es muy voluble en lo que a interés se refiere, y si en ese momento estaba decidido a invertir todo mi tiempo libre en finalizar el relato peregrino, faltó que apareciera algo que llamara mi atención, para que la dedicación y la búsqueda tomaran de nuevo otros derroteros. Me explico. De entre esa maraña de servilletas de papel, publicidades, algún pedazo de cartulina y hojas de block arrancadas, me encontré con una, anotada apresuradamente, llena de abreviaturas y dispuesta casi en espiral, en la que sobresalía una frase escrita con más fuerza y subrayada para atraer la mirada, que decía: Autrassei le broum? Sin leer más, pu